viernes, 12 de febrero de 2010

Tomate tu tiempo



Toma tiempo para el amor…
¡Ése es el secreto de la eterna juventud!

Toma tiempo para reír
¡Ésa es la música del corazón

Toma tiempo para llorar…
¡Ésa es la señal de un gran corazón!

Toma tiempo para leer…
¡Es la fuente del conocimiento!

Toma tiempo para escuchar…
¡Es el poder de la inteligencia!

Toma tiempo para pensar…
¡Es la llave del éxito!

Toma tiempo para jugar…
¡Es la frescura de la infancia!

Toma tiempo para soñar…
¡Es el suspiro de la felicidad!


Toma tiempo para vivir…¡Porque el tiempo pasa rápidamente y nunca regresa!
miércoles, 3 de febrero de 2010

Fracaso


Cada fracaso supone un capítulo más en la historia de nuestra vida y una lección que nos ayuda a crecer. No te dejes desanimar por los fracasos. Aprende de ellos, y sigue adelante.


Algunas veces, las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.

Tú no sabes quiénes son estas personas, pero cuando fijas tus ojos en ellas, sabes y comprendes que afectarán tu vida de una manera profunda.

Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca habrías realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.


Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte...
Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías,
todo ocurre para probar los límites de tu alma.

Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa.
Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, más empañada y sin razón.

La gente que conoces afecta tu vida;
las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres.
Inclusive se puede aprender de las malas experiencias.


Es más, quizás sean las más significativas en nuestras vidas.

Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, de dar confianza y de tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.


Si alguien te ama, ámalo tu también no porque él o ella te ame, sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida.


Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento.


Entabla una conversación con gente con quien no hayas dialogado nunca,
escúchalos y presta atención.
Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto.

Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo; si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.


Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela...
martes, 2 de febrero de 2010

Las 3 rejas


Un joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de éste y le dice:
-Escucha, maestro. Un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…
-¡Espera! -lo interrumpe el filósofo- ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas?
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme ¿es bueno para alguién?
-No, en realidad, no. Al contrario…
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces -dijo el sabio sonriendo- si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.

A la larga, la vida es más sabia que nuestros apegos.

El dolor no viene de lo que ocurre, sino de aferrarse a una forma que ya no existe.

La pérdida, sólo se siente, cuando se mira para atrás no con la gratitud de haberlo vivido, sino con el miedo de sentirse perdido.

Sientes la pérdida o la confusión, no por que no tengas fuerza o inteligencia sino por que te olvidas de ellas.

Cuando la vida te quita, sólo te esta diciendo, que tú puedes construir el doble.

O, no ha sido siempre así?

Lo que pierdes, es sólo el fruto de tu capacidad de crear, es tu fuerza, la que ha generado muchos frutos.

Se gana cuando se agradece lo vivido, Cuando se recrea entusiasmo por lo que viene.

Cuando se comienza pronto a caminar, Sin dar espacio al lamento o la autocompasión.

Tu vida vale más que cualquier opinión inclusive la tuya.

Disfruta tus próximos pasos.
 
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